La Corte Suprema de Estados Unidos resolvió que la ley aprobada por el gobierno de Texas para detener y expulsar migrantes sospechosos de haber entrado a Estados Unidos de manera ilegal es una “medida drástica” como lo alegó el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
En una decisión que involucra al flujo de migrantes en el cruce fronterizo de Texas con los estados limítrofes con México, el Alto Tribunal determinó bloquear esta legislación local promovida por el gobernador Greg Abbott programada para entrar en vigor el próximo 10 de marzo.

Antes, un magistrado federal de Texas determinó el aplazamiento de esta medida, después de una demanda presentada por organizaciones en defensa de migrantes por considerarla anticonstitucional porque un gobierno local no tiene competencia para aprobar leyes en temas de migración que sólo corresponden al gobierno federal.
De acuerdo con el alegato presentado por el presidente Biden para anular esta ley, se consideró que esta legislación promovida por el gobernador republicano alteraría profundamente “el statu quo que ha existido entre Estados Unidos y los estados en el contexto de la inmigración durante casi 150 años”.

Asimismo, argumentó que la ley, de haber entrado en vigor, hubiera tenido “efectos adversos significativos e inmediatos” en la relación del país con México y “crearía caos” en la aplicación de las leyes federales de inmigración en Texas.